Esta huella que sorbo lentamente,
sombra de tanto insomnio pasajero,
es un resquicio del pasado fiero
detenido en mis ojos del presente.
De nuevo estoy a solas y la gente
me olvida en la penumbra del sendero,
después de tanto tiempo nada espero,
sólo mi soledad, pacto inclemente.
Quizás a solas sea más seguro
partir entre las sombras sin aviso,
deshecho del más pérfido conjuro.
Soy una sombra más, un indeciso
ser que atraviesa el tiempo sin apuro,
sabiendo que no existe el paraíso.