El azul respiro de tu esencia
deleita la mirada de mi aire,
confesando el enigma del tiempo
a estas pupilas terrenales…
Afina el abismo de todos mis sueños
el irreverente transitar de tu lengua,
desencadenas los giros de mi cuello,
les anudas a tu impulso vigoroso
y ejecuto un solo de brillo
que alcanza el tono agudo de tus ojos…
Me toca el calor de tu silencio,
penetra el escondite de mi alma
y acierta engendrar las palabras
que tejen incesantes mis suspiros…
Un enjambre de zafiros
sostiene la palma de mi mano,
mientras fermenta entre mis dedos
el aleteo de tu encanto…
Me inunda tu sombra impetuosa,
alcanza mi espíritu gozoso;
me elevas por encima de las cosas,
bebiendo el infinito que somos…