Y decirte tantos te quieros
para mirar de lejos a cada uno de ellos
sumergidos en prosas y versos
reclamando todos tus besos.
Luego de roces y gimoteos.
de un te quiero y titubeos,
de tu lengua en mi cielo,
y mis caricias en tu luna,
decires y te quieros,
vas susurrando a mi oido
para herizar la piel
y el agua de remordimiento,
De tanto que ya no puedo
decir lo siento, eres mi cielo,
que sí empalagas mi desayuno
y me sacias en la cena.
Con tu sombra ingente
al horizonte de tu cielo,
corrompes mi mirar
con las curvas en tu vía.
Allí en la alcoba grafique
la poesía muda en tu espera
y mis ansías para la noche
entre mi cielo y tu luna.