Tu rostro...
Siempre grabado en mi pensamiento,
Y siempre visto por mis ojos
en la noche cuando me acuesto.
Tu ser... siempre iluminado y soñado,
Cuando prendo el bombillo,
Yo solo digo: te quiero brillante cristal,
Y te recuerdo como la luz de mi vida,
Que me trae la alegría de iniciar el día.
Cada vez que el sonido
entra a mis oídos,
Me entristezco de saber
lo que siento y que a diario yo te pienso,
Porque lo que dicen las canciones es lo que yo siento,
Porque la música me recuerda cuanto yo te quiero,
y cuantas veces al día y cuanto tiempo,
\"no\" gasto a la semana contigo en el pensamiento.
Todo esto me entristece, de tan solo pensar:
Que mi corazón te ama,
y por no tenerte ni feliz poder hacerte,
Cada anochecer, solo lagrimas derrama...