Ondea la fría cabellera de la noche
lágrimas que besan este pecho
florecen dichosas
como falsas estrellas,
poetas de una luna de cristal
Marchitas nubes violetas
pensamientos que no nacieron
van al olvido de la mar
añoran escaparse de un amor que no las supo escuchar
sueñan escaparse con el alba
¡y nunca más regresar!
¡Oh cruel tormenta
cuando moriras!