Te regalo mi sonrisa,
atrapada en el capullo de una rosa,
guárdala celosamente,
en ese libro que nunca terminas de leer.
Te regalo la esencia de mi cuerpo,
que viaja a través del viento
y llega hasta ti, presurosa y furtiva,
impregnándose en tu piel.
Te regalo el dulce sabor de mis labios,
que buscan afanosos la curvatura de tu boca,
provocando ese sentir de mujer.
Te regalo mis años por venir,
pues aunque se acerca el frío invierno
junto a ti, sentiré calor, tras cada amanecer.
Te regalo mis lágrimas,
esas que tantas noches mojaron mi almohada,
confundiéndose con esa lluvia,
que azotaba mi ventana.
Te regalo mi silencio,
ese grito callado de un te amo,
que nunca llegó a ser eco,
Te regalo todo de mí, acéptalo,
déjame vivir en ti...
México
derechos reservados