Cuando se abren,
tus ojos ya no son simple ironía,
son luz en el andar
en este universo mío.
Al despuntar el alba,
una soledad infinita vive tu mirada
y en su contorno el mundo es sublime,
un sentir de paz inmortal como el tiempo.
y si, tu mirar
es de mi exisitir cuerpo y suelo,
un mar de quietud que no creará olas,
lago fiel mostrando el reflejo más vivo;
voz de silencio que amarra mi vida
en un suave instante casi eterno.
Pues, cuando se abren,
ei dolor es mezcla que se torna dulzura,
y es tierra más allá de las promesas;
esos ojos tuyos que se abren,
que como todo, se fugan con la vida,
pero no los cerrará la muerte.