Con el susurro de la penumbra, oscuro silencio arrulla la inmensa luz que alumbra, la herida existencia llena de nada, profundo anhelo de paz que cae en picada, al abismo inmeso de mi ambición por descubrir la mejor manera de decirte adiós.
Y al caer la tarde sigo buscando como acallar mi muda tristeza que aspira que adivines con tus ojos puestos en mi mirada que trata de decir que no puedo completrar el círculo del planeta una vez más, siendo un prisionero de mi angustia y me traiciono cuando tan callado quiero decirte que solo hay un inmeso vacío en mi alma que grita al cielo que no puedo ni quiero llenar mi soledad con los fantasmas de tu risa y al final regreso del letargo para saber que todo ha sido Nada-