EL gato blanco
del señor Eustaquio
juega con el perro negro
del señor Esmeiro.
el gato blanco
sin ser bellaco
le da arañazos
al perro negro;
y el negro perro
sin quererlo
le da dentellazos
al pobre gato.
Un raro caso
asunto serio
el del gato blanco
y el perro negro.
El gato salta,
la cortina deshilacha
y Eustaquio se arrebata.
El perro juega travieso
hace en el jardín huecos
y Esmeiro está molesto.
Hablar de perro negro
o de gato blanco
no es mucho enredo,
ni es para tanto.
Hablar de perro blanco
o de gato negro
es otro cuento
bastante largo
que después les traigo
si es que me acuerdo.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.