DIAMANTE MÍO
Tu boca hechicera mía son las lunas de mi pecho
y en la noche tenue tu blanda boca nació sirena,
y los diamantes de tu boca son los que yo quiero.
Alondra mia tus ojo de doncella son harinas de avena
y tus pestañas me envenenan con tus ojos hechiceros,
tu sonrisa y tus pupilas es el valle vespertino de mis cielos.
Oh, sole mío tu cabellera es la peña que yo abrazo por tus cejas
y tus muslos estrella mía tienen tesoros como la rosa y camelia,
y de tu pecho se derriba dos montañas de blanda arena,
y la otra montaña sola se queda fresca mirando despierta
que yo vaya y ella venga a las dunas de mi pecho la mía libella.
Ven tesoro mío, amada doncella acorrúcate en mis brazos
y duérmete en mi boca y en mis divinas e inmaculasdas selvas.