Muchas gracias por tus recuerdos bellos de aquel sábado,
en las márgenes de aquella quebrada curva y silenciosa,
la naturaleza estaba presente ante el incesante furor de tus besos,
llenos de miel impregnada con tus delicias de mujer bella.
Gracias por todos los momentos dejados en mi mente,
el recuerdo me alerta a cada instante de refractar tu imagen,
fugaz y tierna que impregna mi alma con tu amor indescifrable y,
dulce e inconfundible es tu silueta de sirena en medio de aquella quebrada.
Sueños y anhelos en medio de nuestros pensamientos nos acechan,
con los momentos llenos de risas, lágrimas y muchos secretos,
sobre tu cuerpo está mi cuerpo llenando esos vacíos oscuros y secos,
pero humedeciéndolos con el sudor de nuestros cuerpos muy tensos.
RIVAS JOSE
Barinas-Venezuela
30-11-2022 (Reeditado).