Este día me recuerda tantas cosas
que habiamos soñado y se hicieron hechos,
hechos hermosos que ni habíamos pensado,
nubes que alcanzamos en un lecho.
Dias en donde huíamos de compromisos para amarnos
y escuchar solo nuestros latidos en un cuerpo.
Era en esos días cuando nos amabamos sin temor,
donde las tempestades no eran enemigas ni tampoco el reloj,
donde nuestras almas se entregaban en su máximo fulgor
y nos reíamos de cualquier detalle sin importar nada.
Era en esos días donde nos refugiábamos
en cualquier árbol y no esperábamos nada,
todo se daba sin miradas y sin explicaciones,
nada se medía, todo seguía, todo pasaba.
La luna siempre te iluminaba en su totalidad
junto a tus luceros creaban el perfecto manto estelar
para acompañarme en las noches solitarias y juntos divagar
nuestra travesía, nuestro sueño hecho realidad.
Y te amo, estas gotas me lo recuerdan, lo hago cada ves más,
es un laberinto, un callejón sin salida, un pasillo sin final
donde se encuentran siempre tus colinas y nada más.
Esas nubes plateadas plasman sobre la tierra la nostalgia
la cual solo refleja tu mirada y manos sobre mi pecho
te digo, recuerda esas tardes, esos dias nublados
donde nos calentabamos y respirabamos sobre nuestros cuellos.
Esas tardes donde el horizonte no se distinguía
ni el arcoiris florecía, solamente arremetíamos en placer
llevado a oceanos sin importar algún quehacer.
Esos días donde solo éramos tu y yo.
Sin nada a que temer.