Después de recorrer,
tal vez más de la mitad
del camino de mi vida…
Comprendí que lo que me hace feliz
no son las cosas materiales.
Descubrí que la vida
es un viaje apasionante
Para el que no necesito
demasiado equipaje.
Comprobé que rencores y odios
dificultan mi marcha.
Tanto así como el perdón
me ayuda a avanzar.
Que a un sendero oscuro
lo ilumino con una sonrisa.
Que todo duele menos
cuando alguien me abraza.
Que más que todo el llanto
me libera una lágrima.
Que el dinero me ata…
Y que el amor me enseña a volar.