Como hubiese querido escuchar palabras dulces,
Para dar un poco de alegría a este triste corazón,
Como hubiese querido acabar con tantas dudas,
Aquellas que te hacían sentir insegura.
Como hubiese querido que te mostraras siempre igual, Pero
No, siempre en ti ese afán de ocultar lo que sentías
Ocultar la persona que querías,
Esa que hacia incrementar el palpitar de tu corazón.
Siempre quise entender lo que pasaba por tu mente,
Buscarle explicación a lo que hacías, decías u omitías,
Pero ya un día no supe que inventarle al corazón,
No le supe dar explicación.
Siempre me percate de usar guantes de seda para no dañarte,
Fue tanto mi afán por cuidarte que quede al descubierto,
Vulnerable al asecho, al daño mal hecho.
Javi Jimenez