Empieza la canción
ahí viene la voz!
perpetuando la flor del miedo
con la llama fugitiva…
¿Por qué no existe el cuerpo?
El poder se lo llevó,
y el viento lo captura
esperando el paso atormentado.
Empieza la canción,
con la mirada del nocturno
tomando mi mano,
cayendo del suelo, decidiendo flotar…
me siento dulce, me siento paz.
Emerge el deseo
llevándose la convicción,
donde la iniciativa se transforma
es nuestra señal
para huir de esta prisión.