Escucho la voz de tu piel
Los ecos que deja tu mirada
Sumergiéndome en la poesía de tu espalda
Mi alma se aleja de los océanos de la razón
Adentrándome a mar adentro de la indecisión.
Cuando mis manos inexpertas caen bajo el poder de la pasión.
Es allí que el silencio acalla la certeza.
Abandonando los ropajes
Y desnudando al alma
En busca de tus labios…
Es tu amor que se adentra
Se Apodera de cada esquinas de mis huesos,
Perfumando los espacios
Que dejan vuestros besos
Apareces en cada crepúsculo de caricias
Asomándote en los horizontes de mi piel.
Con suavidad me aproximas a los ríos
Que brotan de tu cuello,
Es así que un beso de vuestros labios
Dejan huérfanas a las palabras
Acallando las consonantes,
Liberando a las vocales….
He descubierto soledades en tu ombligo
Caminos poco transitados por los labios
Donde me pierdo entre laberintos
Que solo conoce la humedad de mi boca..
Mis besos siguen la procesión de tu piel
Como misionero me detengo a descansar
En los portales de tu aliento, del sudor, pasión.
Los cantos a tus besos dejaron de oírse
Por temor a desaparecer
Las caricias cesan para detener los espacios
Que existen cuando los cuerpos se desploman
Entrelazados, enraizando la piel y las ganas.
Las miradas se apagan
Tras el murmullo de un océano de temblores
El latir del silencio hace eco,
En cada gota de sudor que recorre la piel
Derramando en ella un soplo de vida.
La mañana comienza aprender
Los faroles de las calles vecinas
La noche cubre de estrellas
El cielo de nuestra habitación
Las miradas se arropan con los besos
Dejándonos caer, en la sed de los cuerpos
Inundando cada ciudad, calle y habitación
Del alma, con caricias y nuestro eterno amor…
Es ahí donde mi alma proclama su consigna
¡ SOY TUYO, SOLO TUYO Y TU TAN MIA. SOLOMIA!
¡TU MIRADA EXCLAMA SOMO TAN NUESTROS¡