Hoy se cumple una década
sufriendo en completo abandono;
luego de haber perdido un gran amor
que en mi vida significaba todo.
Y me fui quedando solo…, tan solo,
que acabé en un estado de impotencia;
ajeno a todo lo que me rodea,
e invadido por una infinita tristeza.
Pena de olvido, dolor de ausencia,
amargura de vivir sin un cariño;
eterna oscuridad que me arrebata
la esperanza de hallar a ese ser divino.
Hoy que me encuentro abatido,
miro los últimos restos de la juventud;
y realmente siento como si estuviera
encerrado en el fondo de un ataúd.
Ya son diez años divagando a solas,
igual que un paria desconocido;
bajo la sombra del anonimato
que me hunde en este cruel olvido.
Y no sé cuánto tiempo más pasará
en medio de esta profunda agonía;
si cuando llegue la hora de partir,
nadie sabrá que aún yo existía.
José Alberto Laiton C.
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