Escribo del amor enternecido
la palabra delirante
del sueño amanecido
en la noche divagante.
Que soneto sin reglas precisas
escribe a la noche de ternura
cuando sin grandes prisas
se amontona en tus neuronas la locura.
Que terceto sin bravura
escribe la noche en que vive
la estupidez de la duda.
Que final sin ayuda
voy buscando entre tus besos
para escribir la palabra amargura.