Miles de generaciones han cruzado
por los agrestes tiempos de desolación
y la luz a ninguno hayo en virtud.
Y luego la obscuridad se eternizo en la Tierra,
la humanidad cautivo asida en la inmundicia,
lamentaciones en dos tiempos de sangre fue su sanación.
Pero tras el ocaso ha jurado volver
pasaron milenios, y centurias,
para que el mundo ya no fuese igual.
Almas obscuras han persistido
mas en la sangre las venas
estará por siempre en claridad.
Cada desgracia, cada tormenta,
cada desolación, cada destrucción,
cada batalla y cada nueva muerte será purgada.
Esta es la destrucción en el paraíso terrenal,
donde solo se apetecen
bienes y poderes vanales,
la ambición de tenerlo todo
donde unos pocos mueven a los demás
como viles fichas a su antojo.
Grandes monstruos derrumbando estabilidad
y los pequeños míseros
dejándose arrastrar a placer.
¡Estás son las décadas de la Fe diluída!
Obscuridad donde quiera al paso
desechando cada alito de luz.
Cada día pasa, cada noche alimenta,
cada miserable se condena,
cada mujer llora a sus ausentes,
y la Tierra sufriente y lastimada, ¡muere!
pero luego renace de sus males.
Así es como lo ví.