Perdóname, Señor, porque he pecado,
Al desear a la mujer ajena
Pero es que al contemplarla se enajena
Mi pobre corazón enamorado
Y no puedo calmar mis emociones
Hipnotizado del bendito amor
Que a mi covacha trajo resplandor
Y música en exquisitas canciones.
Y aunque el perdón, Señor, en tu bondad
A tu perdido pecador darás
Para que su alma con fervor redima
Yo seguiré pecando. Tu piedad
A mi alma enamorada brindarás
Porque el amor el Padre sublimiza.