Andando por los senderos de la tarde
con el dulce sabor del día vivido
buscaba donde relajar el sentido
obligando a la almohada a que me aguarde
y suplicando al reloj que se retarde
Nos confundimos por entre aquel bullicio
donde mil almas con un solo objetivo
cruzan sus caminos sin mayor motivo
que aligerar su cuerpo y mente en el vicio
luego de haber sacado filo al oficio
Entre las risas y gritos estridentes
se dejan acariciar unos acordes
son unas quejas harto inmisericordes
que a todos nos hacen rechinar los dientes
pretendiendo fingirnos indiferentes
Cuenta historias que parecieran sacadas
de un cuento de esos de las mil y una noche
y mientras canta en su trino hace un derroche
aprisionando lagrimas asomadas
que ya tiemblan al ritmo de las tonadas
Se precipita el licor por mi garganta,
se ha callado para mi la muchedumbre
prendo un cigarro casi que por costumbre
me voy acercando al que esta noche canta
y lo que veo de momento me espanta
Hay un espejo colgado de la nada
el que refleja mi cara de asombrado
entre mis dedos las cuerdas se han trenzado
y me quema aquella luz de mi mirada
y me ahoga la lágrima estrangulada