Yo te hallaba antes en mis sueños,
como ahora mis sueños te hallan
deambulando entre el abrazo,
haciéndonos del amor dueños
junto a estos besos que callan
y nos mienten lentos en plazos.
Sueños, sólo sueños en noches
en que apareces repentina
y en tenue sombra matizada
entre un me gusta y un reproche
y con la culpa celestina
que me hace verte más amada.
Estás en la ausencia presente
donde puedo verte bailar
al ritmo de un amor ajeno,
aquel amor que tengo ausente
y se llena de ti al soñar
pero le falta mi amor bueno.
Mi sentir bueno sabe que eres
aquella mano no tomada
que buscara la mano mía,
entre tardes y anocheceres,
entre sol y noche callada
de esta tangible fantasía.
Creo que ahora tu serás
la rosa en mi fábula de amor,
la que no quiso al colibrí,
aquel que no conocerás
más que en el sueño del autor
del poema hecho para ti.