Es el tiempo, que inexorable pasa.
Que no perdona ni credos ni raza.
Que en fútil intento, detenerlo quieres.
Verlo pasar es lo único que puedes.
Que con su paso lento te absorbe la vida.
Y en tu necedad pretendes, después
de ésta vida poder continuar.
Que somos presas en la telaraña del tiempo.
Y aunque quieras no puedes escapar.
pasa junto a tí y deja sus huellas
Y aunque tú lo intentes no puedes borrar.
De nieve tus sienes el tiempo pintó,
la tristeza te embarga por el tiempo que pasó.
Que no quieres que llegue mañana
que el presente eterno es mágica conquista.
Que dejamos con tristeza a la orilla del hoy nuestro fardo.
Y pasamos desnudos a la orilla del mañana.
Que sobrevivimos al caudal de cada día
y pasamos por el puente de la noche, al otro sol.
Sufriendo por dejar en manos del pasado,
lo que vivimos y no mirar más lo que fué.
Que nuestros cuerpos son el ancla
que el tiempo deja en el fondo del mar de cada vida.