Sé que lo dudan,
pero lo es sin argumentar incongruencias.
Madrugadas de esperas
asomadas a la ventana de anhelos.
Soterrados e inasibles minutos
montados sobre ventiscas
e incalculables segundos
de dicha,
de pena,
de gloria...
Tal vez todo siga tan simple,
tan inalterable
y sobre todo tan cierto
que al despuntar solo veremos
peldaños de cielo
o escalones de infierno.
El sol ilumina las mañanas
regalando amarillos crepúsculos al río del tiempo.
Estudio, trabajo, descanso...
Amor y desamor.
A veces salta la oquedad
y otras, la algarabía de chiquillos
a la puerta de una iglesia
tras el futuro del un balón.
La vida es como un domingo.
Y me reconozco en ella brindando lo mejor
Mi voz, mi nostalgia, mis defectos.
Siempre anhelando,
quien no lo hace,
muere desperdiciando el domingo
sin haber burlado la vida
Tendrá olor a cadáver
como mi ex mujer cuando se remira en mis ojos
y ve pulverizadas sus ilusiones
Sabe muy bien que es un amor inasible e inaudible,
ya putrefacto
¿En qué momento fue la traición o el desencanto?
¡Qué se yo!
Ahora pongo otra voz en las horas
de mis ojos náufragos...
Quizá alcance el mito
de las agitaciones de mi pulso
y se abran palacios desde el sueño
La vida se pinta en domingo
Respiro el rumor plomizo de la tarde
que se puebla en ocre
y refleja el otoño de mi calle
Mas intenso que antes
pero igual desecho en soledades
con vivencias mordiendo los pasos.
En la noche, un canto poético
se escucha del mar...
Mi mar... Es que la noche es nuestra...
De los poetas.
Nos enclaustramos en absurdas escogitaciones
y mostramos joyas de palabras
mientras callamos el oro
Otra vez la faena
Otro domingo
LA VIDA ES... ES COMO UN DOMINGO!