jarablanca

El PÁJARO DE COLORES

Mi alma se quedó encogida

 cuando yo vi entre las flores,

 a un pájaro de colores

 que se jugaba la vida.

 

 Como una llama encendida

y volando a ras de suelo,

se ofrecía como señuelo

a una culebra bandida.

 

Él, quería salvar su nido,

yo, temíendo lo peor,

vistiéndome de valor

y con el miedo escondido.

 

Una piedra le lanzó

a la culebra mi mano,

que despavorida huyó

como un rayo de verano.

 

Y con apenas seis años

aprendí muy prontamente:

si quieres evitar daños

actúa, y no te lamentes.