Incontenible
me brota de los dedos
el vuelo exacerbado de los ángeles…
Un loco suspiro
va a enredarse con tus ojos,
-mariposas de oro-
que cuando me miran
liban el horizonte invisible de mis latidos…
Pleno de tu aire misterioso
el húmedo arenal de mi respiro,
me conduce a tu silencio
y un río de estrellas me atraviesa la sangre…
Aparezco en el mágico instante,
en que me pintas un Te amo en la piel
y la claridad de mi ser
eleva su brillo ante tu celestial desplante…