Sombra colosal con reflejos azules,
entra a la arena,
de penas negras está hecha,
hecha de lágrimas negras.
La luz llega del infinito
brilla el oro de la arena,
teñida de rojo quedará,
teñidas de rojas penas.
Sabe que su aliento tú le llevas,
bravo en en el centro de la plaza
igual te espera,
No le teme al estoque de la traición,
que en tu mano celebras.
haz lo que debas hacer,
no necesitas el capote de la traición
no te detengas,
no fallaras de seguro,
vengas de donde vengas.
Consumado el hecho está.
Púrpura sobre la arena
y como fauno moribundo
con alma de piedra,
cristales son sus pupilas,
mirando tus ojos se queda.
El arrastre se lo lleva.
Solo un rastro sobre la arena,
ni más llantos ni más penas,
solo una colosal sombra queda,
sin sangre ya...
Sus gruesas venas.
En penumbras
oscuridad soledad de toriles,
un beso vaga con extrema pena,
es aquel beso negado
en aquella noche de luna llena.
Saldrá el sol mañana,
saldrá sobre tu vida plena,
¡Ay! de aquel...
Que entre contigo a la arena.
L.M