La conciencia es rigurosa,
demandante, cruel,
apenas me equivoco
en un infierno me he de ver.
Ay! Y cómo duele
cuando acaece falta,
cuando inmisericorde
agobia fuerte al alma.
Me amarga la vida,
me estruja el corazón
en tanto no remedie
infortunada ocasión.
Mas...también otorga
la bendita paz
enmendado aquello
que sería de censurar.
No hay sentido en adoptar
religiones o creencias,
solo dividen pueblos
ignorando la conciencia.
Si es que Dios lo es todo
que más he de buscar,
Dios es mi conciencia,
no hace falta más.