El pájaro de plata
alzó el vuelo.
Desapareciendo
en un cielo.
De sueños llenos.
Llevándose entre
sus alas.
Lo más que quiero.
Volando alto
marchando
lejos.
Dejando en mi sus
recuerdos.
Ardiendo en el
fuego.
Hoy mis ruegos no
tienen duelo.
Cuando la oigo
riendo decir
te quiero.
Porque es tu amor
cariño mío.
Casualmente igual
que el mío.
Te espero siempre
te espero.
En la tierra y en el
cielo...
Rafael Pablo