Quiero hablar del nácar de tu piel,
silueta de mujer ufana.
Quiero recorrer los caminos que dejó
cuando por ti pasó la naturaleza sabia.
Quiero acortar, entre tu piel y mi mano,
la distancia que le aleja.
Quiero el manto que cubre a la mujer de almeja.
Quiero conocerte con la yema de mis dedos.
Quiero verte como ven los ciegos.