¡Ay mujeres!
Por naturaleza cautivadoras,
feminidades atrayentes
observo, encuentro
horas tras horas,
entre millones.
Hermosos semblantes,
figuras sensuales,
son una más,
un complemento social.
Orgullosas y fatigantes
de sed insaciable,
nos muestran una cara,
amigable, apacible
y por la espalda
nos hieren con el sable.