Yo cronopio,
como el de Cortázar,
al margen de la página,
ingenuo, idealista,
desordenado , sensible
y nada convencional,
Verde y húmedo.
Aunque he notado últimamente,
una perdida importante de humedad,
y deseos de proyectos futuros.
Sé que con la humedad, también se va el verdor,
y con el verdor la vida.
Terminaré siendo un cronopio, seco e inmóvil de color sepia.
Lastima que ya no esté Cortázar, para preguntarle
por el destino de estos seres.
Quien te dice, que pués de este estadio,
viene un nuevo y grandioso despertar.
Se me ocurrió, digo, puede ser...
Que yo pase a ser un esperanza,
Los Famas nunca me agradarón.
L.M