la negra rodriguez

TRISTE FINAL

-Te  dije que te cuidarás, que   éramos muy jóvenes para tener  responsabilidades de  cuidar hijos

-Yo creí que no quedaría embarazada, no sé  llevar las cuentas, además tú debías también cuidarte

-No  no se nada  nada  ahora arréglatelas sola. Sácatelo.

-¡No, eso no, eso nunca!

Y se marchó, ella nunca más lo volvió a ver. Tuvo  una  niña, a la  que crió haciendo malabares económicos, trabajando, pero siempre la consideró una cruz.

Cuando la niña  cumplió los catorce años  ella  conoció  a un hombre más joven que ella,  quién promete ser un padre para la pequeña. Marta se llamaba  como ella. Pedro, se queda sin trabajo, y es la  ella quién   empieza  mantenerlo. Él prometió cuidar  a la pequeña y ayudarla con los quehaceres de la casa. Marta se iba confiada a trabajar sin darse cuenta  del peligro que dejaba para su hija  a domicilio.

La niña que era  encantadora, iba a creciendo, el padrastro que  se acomodó a esa vida de quedarse en casa, empezó a ver a su hijastra de una manera distinta y cuando ella   llegaba a los dieciséis años,  empezó a seducirla. Como ella  se negaba a sus requerimientos  con  aquel hombre al que llamaba “papá”,  la forzó violentamente. Ella  esperaba con ansias la llegada de su madre para comentarle el suceso.

Y la llegar la madre le salió a su encuentro y  llorando le dijo:

- ¡Mamá,   mamita,  tu marido  me violó!

Él lo negó convincentemente, le dijo que él la quería  y respetaba como a una hija. Marta quien sabe   esta tan enamorada de su marido, optó por creerle a él , y le increpa a su hija:

_Eres una mal agradecida,  ¿Qué no ves como  se preocupa él por ti? Así me pagas  mis cuidados,  asó me pagas  el haberte tenido  aún  sin quererlo porque tu verdadero padre no quiso saber de ti.

¡Lárgate de mi casa, mal agradecida!

La joven  se fue desesperada, toda la noche vagó por calles oscuras  y se acurrucó en una banca de un parquecito, llorando sin parar. Cuando amaneció sin saber qué hacer con su vida, ni a dónde ir, se dirigió a  un lugar  apartado  del pueblo, esperó el paso del tren, ya cuando este se aproximaba  con  su pito bullanguero, se lanzó a las rieles, ante el horror del conductor  que no pudo evitarlo…