Tu Noche me envuelve
y aprisiona con audaz desenfado…
Reverbero
en tu índigo terciopelo,
que enrosca los jardines de mis manos…
Con espirales de destellos,
sujetas la piel de mi sombra
y digo ventanas al sueño,
mientras tus dedos evaporan…
Bordea tu ímpetu violento,
con sediciosa valentía,
los lientos muros de mi lengua…
Lees el esplendor de mi silencio
escrito en la pausa preciosa,
que rebelde gotean mis letras…
Diminuta me dibujo en el tiempo,
en la memoria de tus pasos,
semejante a un secreto
que cuida su voz entre los labios…
Senda de Urano,
que con dédalos de seda
incrementa el ardid,
que cristaliza mi existencia
coronada de tu Halo…