Piedras sueltas que reposan a la vera
Como huesos de cadáveres de lava
Yacen muertas esparcidas por doquier
Sin presente, sin mañana y sin ayer
Piedras hay arrastradas por el río
Condenadas a los golpes del destino
Otras quietas olvidadas en el risco
Laceradas por la soledad y el frÍo
Ellas viven olvidadas por el tiempo
van muriendo por la lluvia y por el viento
y sus lágrimas son partículas de arena
que terminan en las dunas del desierto
Piedras que se enfrían a la luz de luna
Piedras calentadas con rayos del sol
Algunas labradas al cincel de un escultor
Piedras trituradas que crujen de dolor
piedras blancas… piedras negras
piedras que duermen en sueño infinito
piedras que esconden entre sus entrañas
los átomos tristes recónditos del alma