Sucede que los peces, también se ahogan bajo el agua, que los sordos escuchan la sinfonía que produce la lluvia en el tejado y que los ciegos, cuando sueñan ven los lienzos a colores, pero también es cierto, que los pedazos de un cristal roto, jamás se vuelven a juntar...
Sucede que los recuerdos son imágenes que se atropellan en una avenida nocturna, de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, en un transitar largo, erróneo y torpe. En fin...
El dolor, es tu propio arte de acupuntura producida por tus manos y tus actos, las que siguen pinchándo una y otra vez la piel por dentro, como si fuera entonces una terapia inconclusa a ésta neoplasia que fuiste alguna vez, un acto de tortura lapidando la piel...
Sucede que los duelos son instantes que se quedan pernoctando para siempre y que a veces se aletargan y otras tantas, duelen tanto que asfixian lo poco que nos queda de vida...
Es mentira que las aves emigran en invierno y que el profeso de algunos, es en base a sus propios dioses... Es mentira que alguna vez reí, cante y dance ante tu diestra, porque un día desperté y me di cuenta que el mundo gira en sentido contrario a lo que yo creía...
Sucede que las mariposas se mueren, como también los peces en el agua...
Extracto de un entero hecho pedazos...
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