La estrella del pilar
desciende fugaz
sobre las lunas de tu cuerpo,
cautivando el sopeso
de la bella fortuna
al sujetar tu pluma
Inciensos de media noche
acarician la soledad
que inquietante se manifiesta
en lo plácido de tu sofá...
Inversos los versos
que emergen de tus ojos
son plasmados en mi piel...
como parte de mi alma
cautivan la escucha
de sonetos en mi oído.
Qué poesía más bella
la del ángel viajero
en el astral,
que más allá del cosmos
penetra entre tus labios
rescatando las sílabas
de tu arte más acabado
en la luz de la oscuridad.