el poeta del abismo

mujer olinalteca

iré a las montañas

ahí esta mi pueblo

Ahí esta la mujer que huele a lináloe

Ahí, donde viven las aves, los conejos, 

Ahí en su piel pintada de colores artesanos.

 

todo sabe que tu corres por las calles

porque ya es tarde la noche

Y alumbra y vislumbra tu sonrisa de sandía. 

 

¡Si yo pudiera robar en la calle sus pasos!

 

En tu forma arquitectónica,

La madera es la mas pesada

Y el aroma dulce aún pesa,

Como si te cargara miles de veces

Sobre el hombro de mi pecho,

Y aún tu no me pesaras en los pasos.

 

Te abrazare con todo mi cuerpo,

No me conformare con solo los brazos

Aún que después tu caricia

vaya escurriendo sobre mi mano,

saliendo de mis dedos,

¡dejaré que no se vaya!

la contendré como si volvieras en un segundo,

En algún año, de algún siglo.

 

Dejame quererte a mi manera,

Con mi rebeldía,

Como la fuerte espina que defiende

Los débiles pétalos de la rosa.

Y después te diga, mi amor, en tu boca,

\"La soledad fue mejor contigo

que sin ti\"

 

Sé, que nada puede con tu cuerpo rebelde

Mas que las puras manos que desatan las caricias.

 

¡Y yo! mi amor soñado, nunca he perdido tu amor,

se donde se encuentra ahora.

Mi amor por ti sera

como los pinos en el invierno.

tus pechos tienen el sabor y olor a pan,

el olor puro de olinala.

 

¿Quien te moldeo esos panes?

¿Que artesano te formo, escultura de espiga,

Cuerpo de tradición amorosa?

¿quien te pinto esos ojos artesanos, con qué color?