Nos duele el aire con polvo de otra tierra,
la vida arrebatada, la sangre derramada
nos duele la indiferencia de los hijos,
inconscientes y poco luchadores.
Nos duele la mentira del adalid
que nos hizo creer en libertades
luchar por convicciones
y que luchaba solo por su vida.
¡La patria nos duele! en sus pilares rotos,
sus cosechas ya quemadas,
en los retoños olvidados
y los crímenes no juzgados.
¡México nos duele! en todas sus heridas
causadas por el egoísmo y la poca concordancia
por el tumulto cansado de ignorancia,
y ojalá pudiésemos curarla.
Nos duele tu falta de memoria combinada
con el hambre de tus hijos
y con el oro de unos cuantos extranjeros
¡Nos dueles patria!
¡México nos duele! pues lo amamos
y su águila (antes en el centro de la luna)
ha emigrado por la falta de amor
de lucha y de entrega, por falta de pasión.