Madre, cada vez que te digo madre de verdad que no te olvido, tu recuerdo va conmigo como un dulce atardecer, como un dulce recuerdo de aquellos años tan tiernos de mi niñez.
Junto a ti supe reír, junto a ti supe crecer, junto a ti supe sufrir y a todos el bien hacer.
Pasaste por la vida dando muestras de alegría y de tu gran sensatez.
Nos diste amor a todos, nos enseñaste a querer, y en lo mas hondo de mi alma tu imagen llevo grabada hasta que te vuelva a ver.
Te tengo dentro de mi, yo fui parte de tu ser, yo fui semilla en tu vientre.
Tú fuiste mi amanecer, tu diste luz a mi vida y la apagaste otra vez.
Me diste la alegría y la tristeza también, yo se que un buen día, cuando te mire otra vez renacerá la alegría y esos cachitos que un día dejaste en la tierra mía, se juntarán otra vez.
Tú recuerdo va conmigo, ¡Como olvidarte mujer! ¡Como olvidar lo que un día me puso Dios al nacer! ¡Eso fue la madre mía!
Quisiera escribirte más, pero el dolor que yo siento me nubla mis sentimientos
Y no lo puedo soportar.
Con todo mi corazón a mí madre.