Hoy en la soledad de mi habitación vuelvo ha extrañarle, miro a mi alrededor creí sentir su presencia su partida es tan notable y aun siento la fragancia a rosas con la que solía excitarme, y la tibieza de su cuerpo al momento de amarle, quisiese que todo esto tan solo fuese un mal sueño y que al despertar aun estuviese a mi lado mas no es posible y de repente surgen lagrimas de mis ojos. Esta soledad no es tan buen amiga me tortura con fuertes comentarios de culpa suelo escuchar una voz desconocida que me dice ¡¡¡ve por ella que tan bien sufre!!! y es entonces cuando el orgullo se hace presente y me lo impide de pronto la ira se hace presente y me aconseja acabar con aquellos que me impiden amarle; el miedo y el ego tan solo ríen y es entonces que el pensamiento aconseja que ha llegado el momento de olvidarle mas no estoy seguro de querer hacerlo y es entonces cuando le vuelvo a buscar.