Tus ojos tan bellos como el lucero en las noches claras radiantes de luz
me dominan desde el punto inquietante del amor
eres tan frágil y bella que tu caminar de mujer me desvanece
al verte partir rumbo a tu destino infinito en los pasillos del aquel centro comercial…
Mi corazón palpita con fuertes latidos al verte frente a mis ojos
sumergido en tus deseos exquisitos de mujer bella y frágil
pero seguros y prestos para amarte hasta que lo quieras por completo
y llenar de amor tu mundo verosímil e insólito del amor…
Tu cuerpo se estremecía al son del movimiento de las caderas y paso acelerado
desviando por completo cualquier desatención de mis ojos, ya que mi atención eres tú
mujer de mis deseos y mis días deseados para amarte en esos momentos claves
cubierto por tu aroma fresco que me sumergen en el mar de tu vida…
RIVAS JOSE.