Pedía unas monedas en la calle
a cambio regalaba sonrisas,
Pedía unas monedas en la calle,
mientras, ansiaba amor.
Pedía unas monedas en la calle,
Perdida, sola, olvidada…
Ella, que un día tuvo un hogar feliz,
un marido, unos hijos…
Ella, que ahora, sola,
pedía unas monedas en la calle.
Una noche, su vida fue truncada.
Noche fría y gris, noche dura.
Desde entonces y por siempre,
Pedía unas monedas en la calle.
Aquella cruel noche sin luna, siguió a su esposo.
No pudo evitar sentir desquebrajar su corazón.
Le vio con otro. Le vio con otro hombre.
Boca contra boca, verdad contra razón,
frío sable que trituró su falsa realidad, y
todo en lo que dura un gris y frío suspiro.
Pedía unas monedas en la calle,
necesitaba apagar su sed en el alcohol.
Inma Flores © 2014