Darío Ernesto

Seguir la espera

Darío Ernesto Muñoz Sosa

Seguir la  espera

 

Que se dobleguen las rodillas

Que salgan todos los pájaros

Que  vuelen las abejas  merodeando las flores del limonero.

Y nada, nada, solo un agonizante reloj imaginario

Un  autor de canciones fallecido

De  los seres que me rodean en sueño y  remanso

Sigo de pie como el árbol seco, desabrigado. olvidado y desnudo.

Que no ha podido derrocar el viento

En esta noche, desvelada tengo mis manos, mi alma.

Poeta que eres mi duende  amigo y compañero

De este incierto paramo que a mi espíritu

La calma anega,

Siendo un ancla en un fondo de arrecifes y de algas

¡Oh, las noches noctámbulas y eternas!

Mueren mis ojos por verle  tan bella,

Sueñan mis brazos con abrazar le a ella

¡Oh madre mía, cuan profunda es tu existencia!

Bella, bella como esta luna tímida

Que  me apacigua, que me embriaga

Luna que te vistes de novia,

Distante, tan lejana hermana tierna