Cariño no me abandones,
ni dejes con soledad,
no tiñas de negro mi alma,
ni me causes más tristeza.
Si tú decides marcharte,
mi corazón se atormenta,
mis ideas cegarán,
mi vida se desespera.
Quédate siempre conmigo,
mis dos ojos contemplad,
acarícia mis miradas,
mis dulces labios me besas.
Observa mi largo cuerpo
y descubre su belleza.
Tócame con tus dos manos
mi piel con tacto de seda.
Siembra una grata ilusión,
escribe un bello poema
con versos llenos de amor
que recuerden nuestro emblema.