En tu ausencia, a la deriva estoy y te lo juro, no comprendo tu huida; pues este amor fue grandioso, pero de pronto desapareciste y te llevaste contigo el sentimiento de mi musa; atrapaste ese tesoro solo tuyo y me dejaste los vestigios de tu amor a medias entre los crepúsculos de atardeceres y luces de alboradas.
Las aves cantan al son del duelo de mi alma y mi destino se resiste a esta triste historia mía, y así te evoco, entre lágrimas furtivas y el recuerdo de este amor azul que inundó de ilusión y exaltación cada recodo mío; hoy este lugar sin ti, es cuasi mortal, me duele respirar, pues me encuentro en un sendero de soledad, ahí donde los golpes vulneran hasta mis simientes; me irrumpen todos los temores, me vencen los miedos y no sé a dónde iré a parar sin ti…
El resplandor de mi mirada de loca enamorada, en tu ausencia, se tornó en fuertes vendavales de insomnio, desapareció la alegría y todas las fuerzas de vivir…¡¡Ay santo cielo!! cada día que pasa me quiebra el enigma de tu indiferencia y no sé, si en el fondo de tus sentimientos; en un lado tuyo muy humano, hay un instante donde existes pensándome y amándome…
Aquellos versos genuinos, tan bellos de amorosos, donde me hiciste tu musa; son lo único que alumbra mi vida y hasta hoy me niego a arrancar de mi alma aquel ¡¡TE AMO!! Con mayúsculas que dejaste sempiterno en la entrada de mi corazón…