Ahora lo entiendo,
sé porque se ha trazado
entre tú y yo
este largo silencio.
Fue tu gran desilusión
verme después de tanto tiempo.
Carecía de esbeltez,
de hermosura
y ya no era tan elegante
mi atuendo.
Mi rostro lucía marcas,
surcos en mis ojos
que ha dejado el dolor
de un frío y solitario invierno.
Mi mirada algo vacía,
mi piel ajada
y estrías en mi cuerpo.
No, no he sido la mujer
que decías amar
y a la cual juraste un día
amor eterno.
Todo esto,
provocó en ti el descontento.
Aunque trataste de ocultarlo,
ahora todo queda al descubierto.
Sin embargo no viste
o no tuviste el valor
de mirar mi alma, dentro.
Me mediste por lo que vieron tus ojos,
no por lo que llevaba en mi corazón,
que antes de verte y después de verte,
latía de contento.
Llevaba amor, amor puro
y enlazado a mí,
siempre tu fiel recuerdo.
Sin embrago yo me guarde
lo que sentí al verte más viejo,
tus manos ásperas,
la vejez de tu cuerpo
y lo frío del encuentro.
Yo solo deseaba amarte,
expresarte mis sentimientos,
decirte que aunque ha pasado el tiempo,
yo te amaba, como el primer momento.
Que no me importaban tus canas,
ni tu caminar lento.
Pero tú… huiste,
cobardemente y callaste..
¿Dónde quedó tu amor eterno?
No sé si reír o llorar
en este momento…
No sé si es más grande
en ti o en mi, el descontento.
Solo sé, que no mereces,
de mis ojos una sola lágrima,
ni tampoco mi sufrimiento,
porque ahora lo sé…
Sé porque este largo silencio
luego de vernos.
Desilusión… Pero sabes?
No se puede ir contra el tiempo
recuerda, mañana estaremos más viejos
y si nos plantamos los dos
frente a un espejo
solo de mí, estará el reflejo.
Liel Cor - Chile
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