¡Que ciegos somos a veces!
Pensamos que somos felices, que cuando la felicidad no se busca, la felicidad por sí sola llega.
Habremos quienes la tenemos de frente, habremos quien ya la despreciamos, y habremos quienes la desperdiciamos.
El ser feliz por sí sólo se refleja, y no en un espejo, el ser feliz se refleja en el rostro de quien se ama, porque cuando uno hace feliz a quien ama, es inevitable una sonrisa, y no dejara de haber momentos donde tu felicidad se contagié por todos lados donde cruces.
Por eso espero que seas feliz contigo mismo, y si sonríes con alguien más, sólo estarás diciendo lo feliz que eres.
Porque sí hoy soy feliz, es por tí.
Marc Téllez González