EL CASO DE THOMAS BROWN
( TERCERA PARTE)
El almacén había sufrido un robo que hizo desaparecer
armas y uniformes que nunca fueron recuperados .
El encargado fue encontrado sin conocimiento; parecía
haber sido golpeado y drogado. Su estado era lamentable;
su uniforme se apreciaba muy desarreglado, sucio y lleno de
arrugas. Su traslado a un hospital resultaba inmediato.
No pudo ser interrogado en ese instante, todo hacía suponer
que lo harían tras recuperarse.
Pero volvamos a la conversación entre Tom y Jimmy.
- Sí, estoy seguro - respondía Jimmy a su sorprendido
compañero.
- ¡Santo Dios! ¡Gracias, Señor!
Y es que no era para menos la alegría de Tom..., y su
agradecimiento. La llamada recibida por Jimmy iba a cambiarlo
todo.
La jueza Brenda Johnson había tenido un accidente de tráfico.
- ¿Sabes qué ha pasado, Tom?
- ¿Algo nuevo, Jimmy?
-Brenda ha sufrido un accidente.
Y Jimmy siguió contando a Tom cada detalle.
-¿Le pasó algo a Brenda? ¿Murió?
-Está grave, Tom. Muy grave. El vehículo en el que viajaba,
ha quedado totalmente destrozado. Debes tener paciencia, amigo.
Se recuperará; eso han dicho los doctores.
-Pero Jimmy, si Brenda no se recupera pronto, podría estar
encerrado varios meses más... ¿Crees que podré resistirlo?
-Tienes que hacerlo, Tom. Los agentes del atestado me llamaron.
Al desguazar el vehículo, se encontró algo que podría ser
definitivo en tu caso. Tu abogado será informado, y podrá
pedir la revisión. Tu ejecución podría ser suspendida. Solo
tienes que aguantar un poco más; el interrogatorio a Brenda
no tardará. Dos o tres semanas pasarán pronto.
El tiempo iba transcurriendo..., y los lesionados fueron curando
poco a poco. El primero en hacerlo fue el encargado del almacén,
que volvió a su cometido. Lo de Brenda era más grave, aunque
sus heridas también fueron cicatrizando. Su estado físico era
cada vez mejor. El interrogatorio era cuestión de días.
Y llegó la fecha. La jueza Brenda Johnson recibía la visita de dos
miembros de investigación criminal. El interrogatorio tendría lugar
en el propio hospital.
-Buenos días, señorita Johnson. ¿Se encuentra usted mejor?
La jueza asentía con la cabeza y respondía...
-Sí, gracias. Buenos días.
- Señorita Johnson, perdone usted las molestias que podamos
ocasionarle. Quisiéramos que respondiera a algunas preguntas.
La jueza trataba de aparentar una entereza que no poseía en
aquel momento. Intentaba por todos los medios demostrar
tranquilidad, pero su gesto se tornó algo más serio y preocupado.
A medida que el interrogatorio avanzaba, Brenda Johnson iba
sintiéndose más nerviosa; su cuerpo
empezó a temblar; ya no
aparentaba tener la serenidad que la caracterizaba.
-Señorita Johnson, se la acusa de estar relacionada con el robo
en el almacén de la comisaría de policía.
Estas palabras sonaron de forma aterradora en los oídos de
la atractiva jueza, quien ya no fue capaz de decir algo en su defensa.
-Señorita Johnson, le rogamos nos acompañe. Queda usted
detenida por su implicación en el robo al almacén.
Tom y Jimmy se sentían más tranquilos y aliviados. El
abogado de Tom les mantenía informados de todos
los detalles; el juicio a la jueza no iba a tardar en
producirse. Su implicación en el robo era evidente, sí,
¿pero qué tenía ella que ver en todo el caso?
(CONTINUARÁ)
Autor: Ramón Candelaria Infanzón (Soñador Secreto)
06 de Septiembre de 2014
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