No soy más aquel que por las noches
toca tus cabellos como suave seda…
quién te cubre de caricias y de besos
procurándote apacible sueño.
Ya no soy tú amante y fiel enamorado
quién te envía rosas cada día
para alegrarte días grises
y arrancarte una sonrisa.
A pesar de todo, cierro mis ojos y apareces tú
en fulgurante haz de luz de luna,
siento tu piel, y el calor de tu aliento
viene como fugaz aroma…
Embelesado… hablo contigo
te beso, y tu risa me dice que estás conmigo...
más la mañana me encuentra... ¡solo!
aferrado a la almohada...
Delalma
Lunes, 01 de febrero de 2010